Aunque nos pueda parecer muy reciente, el concepto “economía circular” se remonta a unas cuantas décadas atrás. En 1976, Walter Stahel y Genevieve Reday ya hablaron en términos de una economía en bucles en un informe para la Comisión Europea. En la década siguiente el término se empezó a extender. Sirve para interrelacionar economía y sostenibilidad. En países como Alemania, se vincula a la idea de las tres erres (reducir, reciclar y reutilizar).
A principios de 2012, la Fundación Ellen MacArthur presentó el informe Hacia la Economía Circular: racionalidad económica y de negocios para una transición acelerada. El documento planteaba la economía de flujo circular no solamente como una necesidad ambiental, sino también como una oportunidad económica y empresarial.
Una de les tres erres que suelen vincularse a la economía circular es la de reciclar. En esta cuestión, España ha mejorado en los últimos años. Según el Ministerio de Medio Ambiente, así lo reflejan las cifras.
En la última década, por ejemplo, el reciclaje de papel y cartón ha mejorado un 7% (del 70% de 2007 al 77% del 2017). Sucede lo mismo con el vidrio (del 55,8% al 66,2%), los metales (del 62,8% al 79,9%), el plástico (del 23,3% al 44%) y los envases (del 56,1% al 74,8%).
En los últimos años, la idea de economía circulartambién ha empezado a consolidarse en el país. Aún así, queda mucho recorrido por hacer, en este y en otros aspectos.
Aunque los españoles hayamos mejorado nuestros niveles de reciclaje notablemente en los últimos años, lo cierto es que aún nos situamos por debajo de la media europea.
En los países de la UE, un 45% de los residuos generados se reciclan. Es decir, que casi la mitad de los europeos reciclan sus residuos. Por el contrario, en España, esta cifra se mantiene en una posición mucho más modesta, con el 33,3%.
Fuente:ECOticias