La #Greenvolution es la revolución de tod@s los queremos cambiar las cosas para conseguir una economía más respetuosa con el medio ambiente y con la sostenibilidad de los sistemas productivos. ¿Cómo lo conseguimos? Es fácil, actúa como piensas y únete a la #Greenvolution.
En Plastyagro® hemos creado Enviroplast®, un innovador plástico para acolchar tus cultivos que no tiene que retirarse al finalizar la campaña, ya que desaparece de una manera natural al ser 100% biodegradable.
El compuesto plástico puede adaptarse a distintos ciclos de cultivo y diferentes condiciones climatológicas, lo que lo convierte en un material versátil para la variedad productiva y de procesos agrícolas presentes en Europa.
Nuestro producto se diferencia claramente del plástico convencional al aportar valor añadido en una triple dimensión: medioambiental, económica y social:
El principal beneficio es que se consigue eliminar completamente el residuo plástico en la cadena productiva. Los microorganismos presentes en la tierra procesan las moléculas de plástico, convirtiéndolo en dióxido de carbono, biomasa y agua. El proceso de biodegradación en la tierra depende del entorno específico (clima, calidad de la tierra, población de microorganismos), aunque las primeras pruebas realizadas en distintos terrenos de la península han arrojado los resultados esperados: consecución de una biodegradación del 100%.
También reducimos las emisiones por transporte, ya que al no tener que ser retirado no hay que trasladarlo al punto limpio.
Enviroplast® cuenta con una serie de beneficios económicos relacionados con el ahorro de costes directos (al no tener que retirar el acolchado al finalizar la campaña, ya que ahorramos tiempo y mano de obra) e indirectos (mejora del suelo, mayores rendimientos productivos, ahorro de agua y electricidad, etc.).
También podemos hablar de un beneficio social: Enviroplast® mejora la calidad de las producciones agrícolas, y con ellas la imagen de nuestros productos en el exterior. La aplicación de los plásticos biodegradables en agricultura supone un incremento de la competitividad de las explotaciones, ya que se introducen mejoras e innovaciones en los procesos productivos que contribuyen a fijar población en el medio rural y a mejorar la calidad de vida de los habitantes en los pueblos, gracias a la creación de puestos de trabajo alrededor de las actividades económicas agrícolas.