Estos productos nos indican que en su producción no se han utilizado productos químicos, pesticidas o fertilizantes químicos. Son productos que pueden tener un efecto especialmente bueno con la salud de aquellas personas con ciertas intolerancias o alergias a determinados productos químicos, y en algunos casos, también son totalmente respetuosos con el medio ambiente. Hay que señalar que esto no significa que sean productos Bio, ya que aunque no usen ciertos productos químicos en su elaboración, sí que pueden estar elaborados con productos modificados genéticamente, como ocurre con dulces de algunas frutas o las uvas de ciertos vinos.
Así, algunas de las características de los cultivos orgánicos son:
Son aquellos productos que desarrollan todas sus etapas de crecimiento de forma natural en el suelo y si usar ningún producto artificial en su producción. Los productos ecológicos son igualmente respetuosos con el medio ambiente. Los productos que son ecológicos, reciben un certificado ecológico que garantiza:
Por ejemplo, para que una hortaliza o verdura sea considerada ecológica, sus semillas también deben serlo, así como la tierra o el agua descontaminada. Además, deben utilizarse las condiciones naturales del suelo o el clima y no usarse fertilizantes ni pesticidas químicos. Para la producción ganadera, se lleva a cabo una cría del animal en zonas que estén libres de contaminación, se alimentan con alimentos ecológicos y no se utilizan ni hormonas de crecimiento ni antibióticos.
Un ejemplo de comercialización de productos ecológicos son las empresas que comercializan maquillaje natural y ecológico, aparte de muchas alimentarias.
Son aquellos productos que no tienen ningún componente que haya sufrido procesos de alteración genética en el laboratorio, como puede ocurrir con algunas frutas o verduras para conseguir mejorar su color, volumen o conservación. Estos productos con el sello biológico o sello bio se caracterizan por:
Un ejemplo de empresas de productos con el sello biológico son muchas de las que comercializan alimentos, pero solo las que son realmente de producción biológica y que cumpla las leyes reciben este sello.
Los productos que pertenecen a estos tres grupos deben llevar en su etiquetado los términos “ecológico”, “biológico” u “orgánico” y el nombre de la entidad, pública o privada, que lo certifica. Así nos los indica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Además, los productos ecológicos producidos en Europa, llevan específicamente un sello de que son producidos en la Unión Europea.
La ley solo permite que los productos ecológicos lleven como máximo, hasta un 5% de ingredientes que procedan de Organismos Genéticamente Modificados (OGM). A nivel de precio para el consumidor, este es más elevado que los productos convencionales, debido a que los costes de producción de estos productos son más elevados, tienen productividades más bajas y su distribución es más limitada, lo que justifica su mayor precio. A nivel de regulación, la ley es la misma para los tres grupos de productos, siendo en Europa la Regulación Europea 834/2007 la que los regula.
Existen otros nombres a nivel europeo, pero que no están regulados, por lo que pueden ser engañosos. Por ejemplo, el término natural, se utiliza en casi todos los productos y puede llevar a engaño.
Fuente: Agriculturers