El agua centra estos tres puntos de los ODS y la huella hídrica de las empresas, que es un medidor que trata de reducir el agua calculando el volumen de agua dulce utilizada, medida a lo largo de toda la cadena de suministro, siguiendo el enfoque de Análisis de Ciclo de Vida.
Se trata de un indicador multidimensional del uso del agua que evalúa el uso de agua directo e indirecto, tanto consumida como contaminada, asociado a un sistema (organización, proceso, producto, nación, etc.). Además, debe estar referido a un ámbito geográfico y temporal determinados.
Así, encontramos tres líneas de trabajo para que el cambio al desarrollo sostenible sea más beneficioso para las empresas y las instituciones. La primera es la mitigación, con el desarrollo de proyectos de cálculo, reducción y compensación de la huella de carbono de productos, empresas, servicios y eventos. En segundo lugar, la adaptación, con la búsqueda de apoyo y asesoramiento en el desarrollo de planes, públicos y privados de Sostenibilidad.
Por último, destaca la comunicación, una línea de trabajo en la que la empresa debe mostrar al cliente lo que ha hecho lo que va a hacer y realizar estudios sobre sostenibilidad y responsabilidad corporativa.
Fuente: Ecoticias