Solo el 17% de los suelos agrícolas europeos no están contaminados con plaguicidas

miércoles, 16 de enero de 2019

 

El estudio Residuos de pesticidas en los suelos agrícolas europeos. Una realidad oculta al descubierto, ha analizado la presencia de 76 plaguicidas diferentes en 317 suelos destinados a la agricultura.

Los resultados muestran la elevada contaminación de los suelos dedicados a la agricultura por pesticidas y mezclas de los mismos:

  • El 83 % de los suelos agrícolas de Europa contienen restos de uno o más plaguicidas.
  • El 58 % contienen mezclas de distintos tóxicos (45 % tienen residuos de dos a cinco plaguicidas y el 13 % tienen residuos de seis a 10 agrotóxicos diferentes).
  • Encontraron 166 mezclas de plaguicidas diferentes, cuyos efectos combinados son desconocidos.
  • En algunos puntos se superaron las concentraciones de residuos individuales previstas.

La intensificación agrícola que se ha vivido en Europa en las últimas décadas ha ido unida a un elevado consumo de plaguicidas. Desde 1960, los rendimientos promedio mundiales de arroz, trigo y maíz se han duplicado pero el coste que ha pagado la sociedad ha sido que el uso de pesticidas se ha multiplicado de 15 a 20 veces.

A nivel mundial, se aplican anualmente alrededor de tres millones de toneladas de pesticidas. En la Unión Europea, hay casi 500 sustancias activas aprobadas para su uso en pesticidas, con ventas anuales de 374.000 toneladas. España lidera la venta de plaguicidas en Europa, según datos del 2018 de EUROSTAT. Conforme a los resultados del estudio, en España predominan los suelos contaminados con mezclas de dos a cinco residuos. Murcia presenta los mayores niveles de contaminación con suelos con mezclas de seis a 10 plaguicidas diferentes.

El año pasado un estudio del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea, publicado en Science of the Total Environment 2, detectó que el 45 % de los suelos de cultivo europeos contienen residuos de glifosato y su producto de degradación más tóxico, AMPA (Ácido aminometilfosfónico). El presente estudio coincide en la frecuencia del glifosato y su metabolito AMPA (en la gráfica ambas sustancias aparecen en azul) en los suelos agrícolas. Pero amplía el análisis a otras sustancias tóxicas. Por ejemplo, el insecticida DDT y su metabolito, el DDE.

El DDT es un disruptor endocrino que imita el funcionamiento de los estrógenos, razón por la que se relaciona con una mayor probabilidad de cáncer de mama, entre otros efectos adversos. A pesar de estar prohibido desde el siglo pasado, el suelo y los ríos 3 siguen contaminados por este veneno.

Los fungicidas boscalid, epoxiconazol y tebuconazol, utilizados contra hongos y moho, son los siguientes más frecuentes y en concentraciones más altas en los suelos agrícolas. Según los estudios de Pesticide Action Network, el epoxiconazol es un contaminante hormonal que disminuye la producción de estrógenos. Entre sus efectos demostrados están los tumores de hígado en ratones y en ovarios en ratas, además de malformaciones en el desarrollo. El tebuconazol es otro disruptor endocrino que disminuye la producción de estrógenos e induce efectos adversos en la tiroides y en el desarrollo reproductivo.

El equipo investigador recomienza que se monitoreen los residuos de pesticidas en el suelo.Además, recomiendan la evaluación de la toxicidad de las mezclas de residuos, el llamado ‘efecto cóctel’ por el que una mezcla de sustancias tóxicas puede ser más peligrosa que cada sustancia por separado. La contaminación del suelo por residuos de pesticidas se ha convertido en un problema debido a la alta persistencia y toxicidad de algunos pesticidas en especies no objetivo.

Fuente: ECOticias

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