Tras años de reivindicaciones para tener un seguro útil, que sirva a las necesidades de los agricultores de la cereza, la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA) ha accedido a modificar las condiciones de esta línea para adaptarlas a la realidad de los productores de cereza y picota: explotaciones tradicionales compuestas por pequeñas parcelas distribuidas en distintas altitudes y términos municipales, con pluralidad de variedades.
Esta mejora implica, por una parte, que se diferencie entre explotaciones con cultivo tradicional y el resto de explotaciones, y además que se habilite un nuevo módulo solo para las explotaciones tradicionales. Dicho módulo hace que sea más sencillo a la hora de contratar, con rendimientos libres, donde los principales riesgos que se garanticen en estas pequeñas explotaciones sean pedrisco a nivel de parcela, y lluvia y riesgos excepcionales a nivel de explotación pero a un precio razonable.
La baja implantación del Seguro de Explotación Cerezas se debe a su elevado coste, que representa aproximadamente el 15% del coste total de producción del agricultor, frente al del 6% que representan en el resto de seguros agrarios.
Fuente: Agrodigital