Como bien definíamos en el artículo anterior ‘Embalaje flexible y sus técnicas’ sobre lo que es el embalaje flexible, ”[…] material, dentro del embalaje general, que sirve para empaquetar y comercializar productos. Por su naturaleza se puede manejar en máquinas de envolver o de formado, llenado y sellado, siendo el papel, el celofán, el plástico y el aluminio los materiales aptos para su utilización. […]”; en este nuevo artículo, plastyagro® quiere incidir y dar a conocer algunas de las características que el embalaje flexible tiene para sus diversas finalidades, como por ejemplo, las propiedades del embalaje para que los productos no se estropeen, y el potenciar su compra, elaborando embalajes atractivos de cara al consumidor.
Una de las funciones que tiene el embalaje es la de proteger el producto, de tal forma que desde que el fabricante lo prepara hasta que se consume, pasa cierto tiempo, por ello es fundamental que tenga capacidad de protección y conservación para evitar que entre en contacto con agentes biológicos y patógenos, que puedan dañar el producto y sobre todo, se logre mejorar la higiene.
Incidiendo en la conservación, mencionar que hay atributos que es necesario controlar, como es el vapor de agua, el oxígeno y la luz, por que dependiendo del producto que se vaya a empaquetar, el grado de traspaso de cada uno de ellos, va a beneficiar o perjudicar al elemento que se comercialice.
- El vapor de agua. El embalaje debe mantener a aquéllos productos que sean secos, con dicha propiedad, como pueden ser las patatas fritas; y los productos de características húmedas, de la misma manera, húmedos, como es el caso del queso o las magdalenas. Para ello, el embalaje debe tener la protección necesaria, para que los productos crujientes, no se vuelvan correosos, y los productos masticables no se pongan duros y secos.
- El oxígeno favorece el crecimiento de ciertos organismos que, si no está indicado, puede oxidar el producto. Por ejemplo para la carne fresca, sí es necesario la presencia del oxígeno para que el producto no se dañe.
- La luz es un catalizador de las acciones de oxidación, es decir, acelera el proceso de oxidación, de igual modo, afectando al color del producto y a algunas vitaminas.
Así mismo, el embalaje flexible cumple otra característica importante, que es la función o razón comunicativa, asociada al marketing, asociada a lo que se quiera transmitir al consumidor y lo que éste perciba.
El embalaje es la carta de presentación que tiene la empresa del producto de cara a los consumidores. Este embalaje tiene la ventaja de que se puede personalizar e incluir todos aquéllos aspectos como es la imagen corporativa, los colores corporativos, slogan, marca, etc., haciéndolo lo más atractivo posible por las características de empaquetado que se le incluyan.
Estamos hablando por tanto, de tener un producto fuertemente atractivo de cara a la venta y al consumo, ya no sólo por el producto en sí, sino por los requisitos que tenga el empaquetado y la información que transmite; además de tener otras cualidades como es la comodidad de poder transportarlo y llevarlo al hogar, las dimensiones que tenga y la relación peso/volumen, facilita al consumidor y le transmite un buen efecto, de tal modo que ganará buena reputación y por tanto será más consumido.
En resumidas cuentas, debemos ser conscientes que hay muchos aspectos que hay que gestionar para que embalaje y producto se acoplen. No sólo son estas dos características las que presenta el embalaje flexible, otras por ejemplo son el grado de fricción o desliz que tiene que tener el embalaje, el grosor, las características propias del material que embala que sea adecuado…, y un largo etc…
Hoy por hoy lo dejamos aquí, pero no dudes en ponerte en contacto con nosotros si tienes algún tipo de duda o consulta.
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